El territorio serrano de lo que hoy es Zacapoaxtla, se fue poblando por cazadores recolectores durante el período mesolítico, así como en etapas posteriores a los asentamientos de las planicies costeras y las mesetas centrales. En el periodo clásico se desprenden asentamientos relacionados con la cultura Olmeca-Xicalanca (procedente de Xicalanca, Campeche, con presencian en el altiplano tlaxcalteca), y consecutivamente por expediciones Chichimecas que introdujeron la lengua náhuatl.
Según el mapa jeroglífico de “Tlotzinque” o Codice Tlotzin de procedencia texcocana (elaborado junto con el Mapa Quinatzin, posiblemente entre 1541 y 1545, por los alumnos de la Escuela de Texcoco), la región llamada Chichimecatlalli comprendía el territorio de Texitlan y Cuauchinanco (Teziutlán y Huahuichinango), incluyéndose aquí las regiones de Tlatlauquitepec, Zacapoaxtla y Tetela. Esto durante el reinado de Xólotl y su hijo Nopaltzin (1120 a 1140).
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| CODICE TLOTZIN |
El nombre actual de Zacapoaxtla, deriva de las raíces náhuatl: zacat: Zacate o pasto, pohuat: contar, y tlan: lugar “lugar donde se cuenta zacate”, que refiere a un lugar caracterizado por una producción importante de zacate.
Previo a la llegada de los españoles en 1519, en Zacapoaxtla y sus alrededores existía una dinámica social, cultural, militar y comercial que enmarcaba el mundo náhuatl-totonaco de la sierra. Existía una importante red de caminos que conducían a diversos territorios y poblaciones “altepetl” que tejían el mundo mesoamericano. Zacapoaxtla formaba parte del señorío de Nauzontla, supeditado al señorío de Tlatlauhquitepeque (Códice Quinatzin s. XVI); colindaba con el señorío de Ixtacamaxtitlán, la confederación de pueblos náhuas de Tlaxcala, la confederación de pueblos totonacos de Hueytlalpan, y Zempoala, formaba parte de la Triple Alianza a través del reino acolhua de Texcoco. El mismo Zacapoaxtla, estaba rodeaba de diversos barrios y pueblos, que hoy en día se han urbanizado alrededor de la actual ciudad y cabecera municipal, dejando pocos vestigios de sus antiguas edificaciones; como es el caso de Xaltetela y Teteltipac, que conservan deteriorados paredones, plataformas y pirámides aun sin estudiar.


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